La Biblia explica que la humanidad heredó una naturaleza corrompida de pecado
por el pecado de Adán (Romanos 5:12). Esto se llama la doctrina del pecado original.
Eso significa que no nacemos “buenos” y nos arruina
nuestro entorno. Nacemos propensos a pecar (Proverbios 22:15; Romanos 3:10-12; 1 Corintios 2:14). Las personas
y las circunstancias pueden tentarnos a pecar, pero no nos obligan a hacerlo (1 Corintios 10:13).
Cada pecado
es nuestra elección:
" cada uno es tentado
cuando sus propios malos deseos lo arrastran y seducen. Luego,
cuando el deseo ha concebido, engendra el pecado; y el pecado, una vez que ha
sido consumado, da a luz la muerte." Santiago 1:14-15
Tristemente,
muchas enseñanzas “cristianas” nos animan a echarle la culpa a los demás. Por ejemplo:
"La
mayoría de las rebeliones son simplemente el resultado de un quebrantamiento
sin resolver..."(1)
"La
mayoría de los problemas de la sociedad tienen su raíz en la falta de amor y de
inversión en la vida de un hijo por parte de su padre."(2)
"Tú no
actúas de maneras inapropiadas sin ninguna razón. A menudo estás tratando de
suplir alguna necesidad subyacente que tu familia de origen no suplió."(3)
Estas
declaraciones niegan la doctrina del pecado original y nos ayudan a vernos como
víctimas (1 Juan 1:8,10).
Por lo tanto,
rechacemos estas falsas enseñanzas y experimentemos la frescura del perdón de
Dios (1 Juan 1:9; Hechos 3:19).
Inglés:Understanding the Biblical Concept of Original Sin and Personal Responsibility
Traducido por: Silvia Naviliat
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