Si alguien te dice que una Escritura ha sido malentendida por miles de años, es
un claro indicio de que están promoviendo una enseñanza falsa.
Esta es una importante táctica para justificar pecados
culturales que son claramente condenados en las Escrituras.
Pero aun si no caemos en esta táctica que desacredita
a los estudiosos de la Biblia a través de la historia, igual seremos
presionados por otras enseñanzas falsas a rechazar la actitud bíblica hacia el
pecado.
En vez de ver a los pecadores como personas que eligen
hacer algo en contra de los mandamientos amorosos de Dios, se nos dirá que son
víctimas que no deberían ser confrontados por sus pecados.
No hay nada malo con las perspectivas nuevas sobre la
tecnología, la moda, el clima, la industria. Pero la Palabra de Dios es inmutable.
Solo porque la cultura aprueba ciertos pecados no
significa que Dios lo haga. Nunca debemos olvidar que el pecado daña el alma de
las personas y tenemos la responsabilidad de compartir las advertencias de Dios
porque son un elemento inmutable de Su inmutable amor.
“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán.” Mateo
24:35
“La suma de tus palabras es la verdad; tus justas leyes
permanecen para siempre.” Salmos 119:160
“Tu palabra, Señor, es eterna y está firme en los
cielos.” Salmos 119:89
“La hierba se seca y la flor se marchita, pero la
palabra de nuestro Dios permanece para siempre.” Isaías 40:8
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