La definición de preocupación: rendirse ante la ansiedad o el miedo; permitir a
nuestra mente permanecer en la dificultad o el problema.
Son escasas las personas que no tienen momentos de
preocupación, estrés, o ansiedad.
¿No te alegra que Dios entienda cómo estamos hechos
y nos dé sabiduría para superar nuestras preocupaciones y miedos?
Te animo a que escribes el pasaje a continuación y
lo recites en voz alta cada vez que comiences a preocuparte. Al final,
memorizarás las palabras, ellas estarán “guardadas en tu corazón”, y te renovarán
y refrescarán siempre que las cosas parezcan desalentadoras o frustrantes.
Filipenses 4:6-8: "No
se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego,
presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que
sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en
Cristo Jesús. Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo
respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de
admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio. "
¿Por qué no te propones recitar Filipenses 4:6-8 todas las mañanas ? Y lee los próximos devocionales en oración.
¡Te garantizo que te ayudará!
Puedes encontrarlos repetitivos, pero la repetición
es buena.
Traducido por: Silvia Naviliat
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