En los
primeros cinco versículos del Salmo 20, David nos
ofrece una “bendición”, deseándonos la protección de Dios, Su ayuda, apoyo, y
gozo cuando estamos en angustia.
David claramente
comprendía que Dios era su proveedor, sustentador, ayudador, creador y Señor.
El versículo
7 es un versículo tan poderoso e inspirador. Es uno de mis favoritos:
“Estos confían en sus
carros de guerra, aquellos confían en sus corceles, pero nosotros
confiamos en el nombre del Señor nuestro Dios.”
La mayoría de las personas confían en formas
visibles y mundanas de fortaleza. Pero David confiaba en la fuerza de Dios, y
demostró su confianza cuando se enfrentó cara a cara con un gigante.
Nadie pensó
que el joven David podría vencer al gigante Goliat. Pero David no dependía de
su propia fuerza.
Cuando él
miró a la cara al malvado Goliat, expresó la verdad del Salmo 20:7 gritando: “Tú vienes contra mí con espada, lanza y
jabalina, pero yo vengo a ti en el nombre del Señor Todopoderoso, el Dios
de los ejércitos de Israel, a quien has desafiado.” (1 Samuel 17:45).
Muchos
Goliats que desafían a Dios están yendo contra los cristianos hoy, esperando
que neguemos la Palabra de Dios o que nos acobardemos detrás de las enseñanzas
distorsionadas de “no juzgar”.
Pero los
verdaderos creyentes no correremos, ni nos rendiremos, ni nos esconderemos porque podemos ir contra esas
amenazas en el nombre del Señor Todopoderoso.
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