"No es nuestro trabajo hacer de Dios."
Esta frase es usada a menudo para reprender a los cristianos que quieren advertir a otros creyentes sobre pecados serios. Por ejemplo:
“Necesitamos hablar con Sue. Ella profesa amar al Señor, pero está involucrada sexualmente con su novio.”
“No es nuestro trabajo hacer de Dios.”
Cierto. No es nuestro trabajo hacer de Dios. Es nuestro trabajo obedecer a Dios, y Él dice:
"Hermanos míos, si alguno de ustedes se extravía de la verdad, y otro lo hace volver a ella, recuerden que quien hace volver a un pecador de su extravío lo salvará de la muerte y cubrirá muchísimos pecados." Santiago5:19-20 (Vea también Mateo18:15-17.)
Si sabemos que un compañero creyente está involucrado en un pecado serio, deberíamos:
1. Asegurarnos de haber lidiado con nuestros propios pecados antes de confrontar a alguien más (Mateo7:5).()
2. Hablar la verdad en amor (Efesios 4:15).
3. Rehusar tener communion con cristianos profesos que continúan en serios pecados después de haber sido confrontados por el liderazgo de la iglesia (Mateo 18:17; 1 Corintios 5:11).(2)
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(1) Ésto no significa que necesitamos ser perfectos para confrontar a alguien, pero significa que necesitamos tomarnos en serio el tratar con nuestros propios pecados. Además, necesitamos asegurarnos de no juzgar a otros más duramente de lo que lo hacemos con nosotros mismos.
(2) Algunas Iglesias se rehúsan a obedecer las instrucciones de Mateo 18, pero 1Corintios 5 también nos advierte sobre evitar a los cristianos profesos que están involucrados en pecados serios.
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