"Bienaventurados los misericordiosos,
Porque ellos recibirán misericordia."
Imagina un mundo sin misericordia: sin perdón. Sin ayuda al necesitado. Sin salvación.
La misericordia es parte de nuestro mundo sólo por una razón: porque fuimos creados por un Dios “rico en misericordia” (Efesios2:1-5).
Su Palabra ofrece estas verdades misericordiosas:
1. La misericordia no puede ganarse (Tito 3:5).
2. Aprendemos misericordia de Dios (Lucas 6:36).
3. Rehusar mostrar misericordia es una señal de ingratitud (Mateo18:21-35).
4. La misericordia mana de la sabiduría. La sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera.” Santiago 3:17
5. “La misericordia triunfa sobre el juicio” (Santiago 2:13).
Hay un tiempo para el juicio, pero hay veces cuando la misericordia invalida el juicio.(1)
¿Tú amas la misericordia? (Miqueas 6:8)
¡Bienaventurados los misericordiosos!
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Nota: La misericordia no es lo mismo que la gracia: "Aunque los términos tengan significados similares, gracia y misericordia no son lo mismo. Para resumir la diferencia: la misericordia es Dios no castigándonos por lo que nuestros pecados merecen, y gracia es Dios bendiciéndonos a pesar del hecho de que no lo merecemos. La misericordia es el recate del juicio. La gracia es extender la bondad a los que no la merecen."
(1) A pesar de la enseñanza popular de que sólo Dios puede juzgar, la Escritura nos manda que juzquemos en ciertas situaciones, siempre y cuando lo hagamos apropiadamente. Pero hay momentos importantes en los que la misericordia reemplaza al juicio. El mejor ejemplo es la salvación de Dios a aquellos que se arrepienten (Romanos 6:23). Otros ejemplos incluyen el regresar bien por mal (Romanos 12:21), perdonar a aquellos que nos ofenden (Colosenses 3:13), y orar con amor por nuestros enemigos (Mateo 5:44).
Inglés: #5 Blessed are the merciful
Traducido por: Silvia Naviliat
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