"Bienaventurados los que tienen
hambre
y sed de justicia,
porque ellos serán saciados."
Piensa en la vez que estuviste más sediento y en la vez que estuviste más hambriento, y combina estos sentimientos para entender la metáfora en esta bienaventuranza.
Aquellos que tienen hambre y sed de justicia tienen un anhelo desesperado de vivir de acuerdo a los principios de Dios.
Ellos no se excusan ni aceptan sus pequeños pecados. Ellos se arrepienten genuina, honesta, y completamente , sin excusas.
En las relaciones, ellos buscan su error aún cuando la culpa sea de la otra persona.
Ellos rechazan el “cristianismo chatarra” y los sabores artificiales de la cultura.
Ellos están ansiosos por saber lo que es correcto, por eso dependen de la Palabra de Dios como si fuera su pan diario (Mateo 4:4). Ellos tienen sed de tiempo con Jesús, sabiendo que sólo Él puede darles el agua viva que refresca sus almas (Juan 4:14).
¿Tienes hambre y sed de justicia? Si es así, tú serás más que saciado. ¡Serás lleno, renovado, refrescado, y fortalecido!
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Traducido por: Silvia Naviliat
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