Su padre era un alcohólico que no conservaba ningún trabajo.
Vivían en un barrio marginal.
Sus hermanos murieron jóvenes.
Con once años Mary fue obligada a trabajar con su madre en el molino local.
Los momentos más felices para Mary Slessor eran los que pasaba en la iglesia, y ella soñaba con ser misionera.
Cuando la hermana menor de Mary empezó a ganar un salario, la señora Slessor alentó a Mary a enviar su solicitud a una junta de misiones.
Por eso, en 1876, con 28 años, Mary, una trabajadora de molino autodidacta, se dirigió a África, “la tumba del hombre blanco”. Parecía poco probable que esta pequeña mujer escocesa , pelirroja, de piel blanca, sobreviviera.
Pero sus primeros años de vida la prepararon para la enfermedad, el peligro, y las dificultades del ministerio en África. Durante 39 años ella sobrevivió en condiciones demasiado difíciles para otros misioneros y compartió de Cristo con eficacia a miles de africanos.
A veces pensamos que una infancia difícil arruina una vida, pero Dios se encarga de usar lo malo para bien. (Romanos 8:28).
Dios también puede usar las partes difíciles de tu vida. ¿Se lo permitirás?
Inglés: Against the odds: Mary Slessor in África
Traducido por: Silvia Naviliat
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