Yo leo las etiquetas.
Una vez leí la etiqueta de una salsa de guacamole y descubrí que no contenía guacamole. Y también existe la crema batida artificial que sustituye la crema de leche por aceites “plásticos”.
Es atemorizante ver la cantidad de químicos e ingredientes artificiales que contienen algunos alimentos. Pueden verse y saber deliciosos pero tienen efectos terribles sobre nuestra salud.
Es bueno leer las etiquetas de los alimentos, y es un principio que también se aplica a nuestra vida espiritual.
Algunas cosas que se ven, saben, y se sienten bien en realidad son bastante dañinas para nuestro espíritu. Por eso es que deberíamos “leer la etiqueta” antes de mirar una película, leer un libro, escuchar un CD, o involucrarse en alguna actividad.
¿Son sus ingredientes formas artificiales de felicidad que nos dejarán con un mal sabor al final ? ¿Nos darán un “subidón de azúcar” pero nos llevarán a la depresión después? ¿Alterarán nuestras papilas, y así perderemos nuestro gusto por lo bueno y nos apetecerá lo malo?
Adoptemos la costumbre de siempre "leer las etiquetas" y guardemos nuestro corazón (Proverbios 4:23).
Inglés: Beware of"Artificial ingredients in your Spiritual life"
Traducido por: Silvia Naviliat
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