Si mi conciencia no me molestara, probablemente rompería el octavo mandamiento
y robaría (Éxodo 20:15).
No robar en una tienda o robar bancos, pero quedarme con el cambio extra… dejar
que el mozo se olvide de cobrarme el postre…usar material con copyright en mis
blogs …esquivar impuestos.
Pero yo amo a Jesús, por eso mi conciencia me molesta. No puedo hacer esas
cosas porque mentir no es parte del carácter de mi Salvador, y mi meta es
seguirlo a Él (Efesios 5:8-11).
Es natural para nosotros sentirnos culpables cuando violamos los mandamientos
de Dios porque un sentido del bien y el mal está escrito en nuestros corazones
(Romanos 2:15). Y cuando nos volvemos cristianos, Cristo nos da
corazones nuevos que son aun más sensibles al pecado. No queremos pecar porque
amamos a Jesús (1 Juan 5:3).
Yo estoy contenta de que mi
conciencia me moleste. Es una señal de que tengo el Espíritu de Cristo. Si dejo
de escuchar a mi conciencia, se “desvanece” y pierde su poder en mi vida. Cuando
una persona ignora su conciencia por un buen tiempo, pierde toda sensibilidad
al pecado (1 Timoteo 4:2).
Entonces, toma tiempo hoy para agradecer a Dios port u conciencia. Es una
bendición porque es la forma en la que Dios “guarda nuestros dedos del fuego”.
Inglés:Why I Don't Steal
Traducido por Silvia Naviliat


No comments:
Post a Comment