La señorita Wetherford era superintendenta de una escuela de niñas a finales del
1800. Cuando oyó del trabajo misionero de Rowland Bingham en Africa, ella le dijo que
una vez se había ofrecido para trabajo misionero pero su iglesia la había
rechazado.
“Desde ese momento, he estado viviendo para las misiones,” dijo ella.
Wetherford había ahorrado todo lo que ganó después de cubrir sus necesidades
básicas. Y también había ahorrado una pequeña herencia que había recibido.
Cuando ella se lo dio todo a Bingham, él le dijo que no podía aceptarlo. ¿Qué
pasaría si ella tenía necesidades?
“Pero , ¿qué más voy a hacer con ese dinero, señor Bingham? Yo siento que Dios
lo ha destinado a usted, entonces no puedo quedármelo para mí,¿no? A veces
subestimamos la fe de cristianos “detrás de escena”, como esta mujer. Ella
sirvió al Señor sacrificialmente y sus palabras hablan a través de los siglos,
convenciéndonos de examinar nuestros propios corazones por los perdidos.
Jesús explicó:“ —Mi alimento es hacer la voluntad del
que me envió y terminar su obra —dijo Jesús—. ¿No dicen ustedes:
“Todavía faltan cuatro meses para la cosecha”? Yo les digo: ¡Abran los ojos y
miren los campos sembrados! Ya la cosecha está madura; ya mismo el segador
recibe su salario y recoge el fruto para vida eterna. Ahora, tanto el sembrador
como el segador se alegran juntos.” Juan
4:34-36
Asegurémonos de estar haciendo lo que sea que Dios nos
llama a hacer, teniendo la voluntad de sacrificar tiempo y recursos para la
cosecha de almas.
Inglés: A Behind-the-Scenes Christian Who Sacrificially Served the Gospel
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