Esta es la parte 2 de la serie sobre la sanidad física. La parte 1 hablaba del ministerio terrenal de Cristo y explicaba que Cristo no siempre relacionó la sanidad con la fe.
En esta parte hablaremos de la doctrina falsa de la palabra de fe que enseña que la victoria de Cristo sobre la enfermedad en la cruz asegura a todos los cristianos que pueden y deberían ser completamente sanos aquí en la tierra.
¿La muerte de Cristo les trae a los cristianos completa sanidad?
✅ Sin duda, la Escritura enseña que la muerte de Cristo venció al pecado, a Satanás y a la muerte.
✔ Isaías 53:5 dice: “gracias a sus heridas fuimos sanados.” tiempo pasado
✔ Colosenses 2:15 dice que Jesús " despojó a los principados y las autoridades, y los exhibió como espectáculo público habiendo triunfado sobre ellos en la cruz” tiempo pasado
✔ Hebreos 2:14 dice que Jesús anuló “ mediante la muerte, al que tiene el dominio de la muerte —es decir, al diablo" tiempo pasado
✔ 2 Timoteo 1:10 dice que Jesús “destruyó la muerte y sacó a la luz la vida incorruptible mediante el evangelio." tiempo pasado
✅ Sin embargo, la Escritura deja en claro que esta victoria no está completa aquí en la tierra.
✔ Juan 16:33, "Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.”
Incluso antes de que Su redención fuera completada, Cristo les aseguró a Sus seguidores que Él había vencido al mundo (tiempo pasado) pero Él dijo que todavía tendríamos problemas en el mundo (tiempo presente).¿Cómo puede ser esto? Mira estas otras Escrituras que explican más esta verdad:
✔Romanos 8:19-23: La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios, pues fue sometida a la frustración, no por su propia voluntad, sino por la del que así lo dispuso. Pero queda la firme esperanza de que la creación misma ha de ser liberada de la corrupción que la esclaviza, para así alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
Sabemos que toda la creación todavía gime a una, como si tuviera dolores
de parto. Y no solo ella, sino también nosotros mismos,
que tenemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, mientras aguardamos
nuestra adopción como hijos, es decir, la redención de nuestro cuerpo.
✔ 2 Corintios 4:16-18: Por tanto, no nos desanimamos. Al contrario,
aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando
día tras día. Pues los sufrimientos ligeros y
efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo
más que todo sufrimiento. Así que no nos fijamos en lo
visible, sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo
que no se ve es eterno.
Nuestro mundo físico y nuestros cuerpos
han sido sujetos a la enfermedad, la muerte y el desgaste desde la caída de la
humanidad. Nosotros tenemos fee n la realidad que no se ve, que en el cielo
todas las cosas serán perfectas, sin pecado, saludables y completes.
✔ Hebreos 2:6-8: “«¿Qué es el hombre para que en él pienses?¿Qué es el hijo del hombre
para que lo tomes en cuenta? Lo hiciste poco menor
que los ángeles y lo
coronaste de gloria y de honra; todo lo pusiste bajo sus pies» Si Dios puso bajo él todas las cosas,
entonces no hay nada que no esté bajo su dominio. Ahora bien, es cierto que
todavía no vemos que todo esté sometido a él.”
Experimentaremos
la perfección en todas las áreas en la eternidad, pero no aquí en la tierra. De
hecho, no entenderemos completamente a nuestro Señor o nuestra salvación hasta
que veamos a Jesús cara a cara 1 Corintios 13:12.
✅ Si las personas
de palabra de fe creen que estas promesas son para el tiempo presente, entonces
también deben creer que Satanás y la muerte física están completamente destruídos.
Si la victoria de Cristo en la cruz está completamente realizada en nuestra vida presente entonces el poder de satanás está completamente roto. Pero la Escritura refuta esas creencias. El pasaje a continuación es uno de los muchos pasajes que nos dicen que todavía peleamos con Satanás aunque él fue completamente vencido en la muerte y resurrección de Cristo.
2 Corintios 12:7-10: "Para evitar que me volviera presumido por estas sublimes revelaciones, una espina me fue clavada en el cuerpo, es decir, un mensajero de Satanás, para que me atormentara. Tres veces rogué al Señor que me la quitara; pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad». Por lo tanto, gustosamente presumiré más bien de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo. Por eso me regocijo en debilidades, insultos, privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo; porque, cuando soy débil, entonces soy fuerte."
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