Cristo es una roca, no una playa arenosa

Si compras una casa con malos cimientos, puedes esperar rajaduras en las paredes y un piso inestable. Podrías tener ventanas y puertas que no abran correctamente, y eventualmente tendrás que lidiar con moho, podredumbre, e incluso inundación. 

Los cimientos son importantes para las casas y para la fe. Por eso Cristo se llama nuestra Roca y nuestro Cimiento (1 Corintios 3:11; Isaías 28:16; Salmo 92:15). 

Jesús ilustra esta verdad en Mateo 7:24-29 cuando Él habla sobre una casa construida sobre la roca y una casa construida sobre la arena. Él dice que aquellos que oyen Sus palabras y las ponen en práctica están construyendo sobre la roca y aquellos que oyen Sus palabras y no las ponen en práctica están construyendo sobre la arena. 

Esto explica porqué tantos cristianos profesantes se están alejando de la fe verdadera. Ellos oyeron la verdad pero pensaron que podrían construirla sobre las arenas movedizas de la sabiduría mundana (1 Corintios 1:18-31).

Cuando las tormentas de la cultura golpean sobre su casa en la playa negando la validez de la Palabra de Dios, su fe comienza a hundirse. Cuando ellos descubrieron que serían más populares si aceptaban el punto de vista de la cultura acerca de la moral, su fe comenzó a quebrarse. Sus convicciones previas comenzaron a enmohecerse y podrirse.

Pero la fe del resto de los creyentes está construida sobre la Roca de Cristo. Aun sentimos el viento y la lluvia, pero nuestro cimiento permanece seguro. 

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Pasajes completos:

1 Corintios 3:11: “ porque nadie puede poner un fundamento diferente del que ya está puesto, que es Jesucristo.”

Salmo 92:15: “El Señor es justo,  él es mi roca y en él no hay injusticia.” 

Isaías 28:16: “ Por eso dice el Señor y Dios:Miren, yo pongo en Sión una piedra probada, piedra angular y preciosa para un cimiento firme; el que crea no se tambaleará.”

Mateo 7:24-29: “»Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca.  Pero todo el que oye mis palabras y no las pone en práctica es como un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena.  Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, soplaron los vientos y azotaron aquella casa. Esta se derrumbó y grande fue su ruina». Cuando Jesús terminó de decir estas cosas, las multitudes se asombraron de su enseñanza,  porque enseñaba como quien tenía autoridad y no como los maestros de la Ley.”

Inglés: Christ Is a Rock, Not a Sandy Beach

Traducido por: Silvia Nasviliat