Cuando pedimos perdón, deberíamos estar sinceramente
arrepentidos, genuinamente apenados por lo que hemos hecho y agradecidos por
ser perdonados.
Eso es lo que significa estar contrito, y el
arrepentimiento es un aspecto importante en nuestra vida cristiana. Nos
mantiene humildes y honestos.
“Si afirmamos que no tenemos pecado,
lo único que hacemos es engañarnos a nosotros mismos y no vivimos en la
verdad; pero si confesamos nuestros pecados a Dios, él es fiel y justo
para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. Si
afirmamos que no hemos pecado, llamamos a Dios mentiroso y demostramos que no
hay lugar para su palabra en nuestro corazón.” (1 Juan 1:8-10 NTV).
El
arrepentimiento también nos acerca a Cristo y nos trae el favor de Dios porque
Dios declara: “Yo estimo a los pobres y contritos de espíritu, a los que tiemblan ante
mi palabra.” (Isaías
66:2).
Entonces asegurémonos de ver nuestros pecados como Dios los ve y disfrutemos
del refrigerio del sincere arrepentimiento (Hechos
3:19).
Inglés:Do You Know the Benefits of Facing Your Sins with No Excuses?
Traducido por: Silvia Naviliat
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