Nosotros, los cristianos, estamos en “proceso”. No somos perfectos, pero los verdaderos
cristianos se toman en serio lo de superar el pecado en sus vidas.
Juan 14:21: "¿Quién es
el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los obedece. Y al que me
ama, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré y me manifestaré a él”
Juan 14:23-24: Le contestó Jesús:—El que me
ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra morada en él. El
que no me ama, no obedece mis palabras. Pero estas palabras que ustedes oyen no
son mías, sino del Padre, que me envió."
Juan 15:10: " Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi
amor, así como yo he obedecido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su
amor."
Algunos
cristianos modernos están diciendo que los únicos mandamientos que deben
obedecer son los que Cristo mencionó. Pero no hay base para eso.
Jesús explicó
que después de ascender, el Espíritu Santo nos enseñaría la verdad, y esa es la
base de las Escrituras del Nuevo Testamento (Juan 14:26; Juan 16:13; 2 Pedro 1:20-21; 2 Pedro 3:15-16).
Los
cristianos todavía pecamos, pero buscamos obedecer todos los mandamientos del
Nuevo Testamento.(1)
Cuando amamos
a Cristo tenemos un sincero y fuerte deseo de volvernos del pecado (Filipenses 2:12-13). La Escritura dice que no podemos conocer a Jesús o amarlo y continuar
viviendo un estilo de vida pecaminoso (1 Juan 3:6).
(1) Algunas
leyes del Antiguo Testamento se reiteran en el Nuevo Testamento. Algunas no
porque Cristo las cumplió con su sacrificio (Mateo 5:17) o eran
leyes civiles que se aplicaban a la antigua nación de Israel.
Inglés: Why Genuine Believers Cannot Live a Sinful Lifestyle
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