Dios es perfectamente perdonador y perfectamente justo.
Por eso es
que Él ofrece salvación a aquellos que se arrepienten y creen. Pero para
satisfacer Su perfecta justicia, Cristo dio Su vida por nuestros pecados.
El amor
perfecto es sacrificial y perdonador, pero no puede aprobar la maldad.
Tristemente,
siempre ha habido personas que piensan que un Dios bueno debería pasar por alto
sus pecados. Esa es la creencia detrás de la salvación universal. No es suficiente que Cristo muriera por aquellos que se arrepienten. Los
universalistas suponen que Cristo murió por las personas que no se arrepienten
y que rechazan Su ofrenda sacrificial de gracia. Esta es una creencia falsa que
encontramos a lo largo de toda la historia de la humanidad.
Por ejemplo,
en 2 Samuel 14, Joab envía una “mujer sabia” de Tekoa para alentar a David a perdonar
a su hijo Absalón aunque Absalón era responsable por el asesinato premeditado
de su hermano.
La mujer de
Tekoa le dijo a David que Dios quería que él le idea el perdón complete a un
Absalón no arrepentido porque Dios “idea maneras para que la persona desterrada
no permanezca desterrada para siempre de él.”
Es verdad que
Dios provee una manera para que las “personas desterradas” (por ej. la
humanidad pecadora) camine en libertad en Su presencia. Pero debemos creer en Cristo
y arrepentirnos genuinamente.
Tristemente,
la mujer de Tekoa convenció a David de que perdonara a Absalón ,quien no estaba
arrepentido,y Absalón siguió trayendo gran vergüenza y dificultades a Israel y
su familia, especialmente a David.
El amor
perfecto es sacrificial y perdonador, pero no puede aprobar la maldad.
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Saber cuán malo era Amnón , podríamos pensar que Absalón tenía razón al asesinar a su hermano, pero esa no es la manera de Dios de manejar las cosas.
Inglés: The lying woman from Tekoa
Traducido por: Silvia Naviliat
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