Cuando la cultura acepta valores morales que se
oponen a la Biblia, los cristianos enfrentan cada vez más presión a adaptarse. La
presión es especialmente fuerte cuando un amigo cercano o un miembro de la
familia elige un estilo de vida no bueno.
Si no has
tenido a una persona amada que “ha salido del closet”, o se ha transformado en
uno de los que “desestructuran su fe”, o ha elegido un estilo de vida
sexualmente inmoral, eres parte de la minoría.
Porque
tenemos el Espíritu de Dios, los cristianos podemos preocuparnos profundamente
por las personas que rechazan nuestros valores, pero la mayoría de las personas
que rechazan los valores cristianos también rechazan a los cristianos. Eso
ejerce cada vez más presión sobre nosotros para adaptarnos a fin de complacer a
los que amamos.
Pero los
verdaderos creyentes deben permanecer firmes, recordando que no es amor aprobar
estilos de vida que dañan el alma de las personas (1 Corintios 6:9-20). La popularidad entre los amigos y familiares siempre debe tomar el asiento
de atrás con respecto a compartir las verdades de Dios con precisión y
honestidad (1 Tesalonicenses 2:3-4).
A lo largo de
la historia, el pueblo de Dios ha sido presionado a adaptarse a la cultura, y a
veces las presiones son extremadamente fuertes porque vienen de quienes amamos.
Necesitamos
recordar lo que significa ser un siervo de Cristo:
"¿Qué busco con esto: ganarme la aprobación humana o la de Dios? ¿Piensan
que procuro agradar a los demás? Si yo buscara agradar a otros, no sería siervo
de Cristo." Gálatas 1:10
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