Dándole a los padres demasiado crédito o culpa


Dejemos de usar los Proverbios para culpar injustamente a los padres


Leí esta cita en Pinterest:  

"Tu hijo seguirá tu ejemplo, no tu consejo."

Es verdad que nuestro ejemplo habla más alto que nuestras palabras, pero la conclusión de esa cita está equivocada.

A veces nuestros hijos no siguen nuestro ejemplo ni nuestro consejo.  

Si creemos otra cosa, le estamos poniendo demasiada fe a nuestra paternidad.

Parte del problema viene de que la gente usa mal Proverbios 22:6: "Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará."

Dejemos de darle a los padres crédito o culpa injustos


La gente usa mal este proverbio de 2 maneras:
1. Para prometerle a los padres cristianos que tendrán hijos cristianos.
2. Para culpar a los padres por sus hijos no cristianos.

El libro de Proverbios describe su propósito como un libro de dichos de sabiduría, no un libro de promesas (Proverbios 1:1-6).

Esto no significa que Proverbios no sea la Palabra de Dios. Lo es.  Pero así como algunas porciones de las Escrituras son poesía y narrativa, metáforas y similitudes, los Proverbios son dichos de sabiduría, no promesas. Como los describe Bible.org: "Estas observaciones sobre la vida, cortas y concisas, son generalizaciones y por lo tanto no pretenden ser tomadas como promesas divinas o sin excepción."

Si los Proverbios fueran promesas, todas las personas piadosas serían ricas y vivirían vidas largas y saludables (Proverbios10:22,27). Para creer eso debes borrar grandes porciones de la Escritura y sacar otros versículos de contexto.

Yo entendí mal esta verdad por años, y me hacía sentir de  una de estas tres maneras:

·                  Satisfecha de mí misma por las buenas decisiones de mis hijos.

·                  Confundida por sus decisiones cuestionables.

·                  Culpable por sus malas decisiones.

Tuve que aprender que Dios tiene hijos; Él no tiene nietos. 

Hace quince años, la mayoría de mis pares que educaban en sus hogares creían, como yo, que teníamos el secreto del éxito en la crianza de los hijos. Pero con el correr de los años, he visto muchos de esos padres cristianos decepcionados por las decisiones de sus hijos adultos. Si nuestros hijos salen bien, tendemos a juzgar y enorgullecernos. Si no, tendemos a revolcarnos en la culpa y sentimos que Dios nos ha decepcionado.

Los que se sienten satisfechos con sí mismos hacen el mayor daño porque se vuelven los  "Amigos de Job" para aquellos que están sufriendo.

Nuestra cultura alienta a los hijos adultos a culpar a sus padres por sus fracasos y los padres a menudo aceptan esa culpa. Pero no es bíblica. La Biblia nos enseña que somos responsables  ante Dios por cómo criamos a nuestros hijos, pero no somos responsables  por las decisiones de nuestros hijos adultos. 


" Todo el que peque merece la muerte, pero ningún hijo cargará con la culpa de su padre, ni ningún padre con la del hijo: al justo se le pagará con justicia y al malvado se le pagará con maldad.Ezequiel 18:20 
 




Cuando nuestros hijos están en nuestro hogar, podemos/deberíamos enseñarles y reforzar conductas apropiadas , pero cuando se hacen adultos, ellos tomarán sus propias decisiones.

A menos que estés listo para creer que cada verdadero creyente será saludable y rico (lo que significa que debemos juzgar a los Apóstoles y a muchos misioneros por su falta de fe), entonces necesitas dejar de creer que Proverbios 22:6 es una promesa. 

Sé el mejor padre/madre que puedas ser y no te lleves el crédito ni la culpa por las decisiones de tus hijos. En vez de eso, agradece a Dios cuando eligen la santidad y ora cuando no lo hacen.


Traducido por: Silvia Naviliat


1 comment:

  1. Muy buena reflexión! Muchas gracias por esos pensamientos compartidos

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