Por mucho tiempo me he compadecido de mis hermanos y hermanas en Cristo que sufren por su fe alrededor del mundo. En algunos países, los creyentes pierden sus familias, sus trabajos, su libertad, e incluso sus vidas. Ellos comprenden verdaderamente el costo de seguir a Cristo.
Nuestras
“persecuciones” son pequeñas en comparación, pero están aumentando. Parece
haber un empuje mundial para representar mal, estereotipar negativamente y
censurar a los cristianos.
Como nuestros
hermanos y hermanas que sufren, necesitamos asegurarnos de que hemos “calculado
el costo” de seguir a Cristo.
Cristo
explica en Lucas 14:25-33 que volverse Su seguidor significa poner Sus propósitos por encima
de cualquier otro propósito en nuestras vidas. Significa tomar nuestra cruz y
negarnos a nosotros mismos.
La Escritura
no decora nuestra vida en Cristo. Jesús dijo: “cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser
mi discípulo.” Y Pablo nos advierte que “todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo
Jesús serán perseguidos.” (2 Timoteo 3:12).
Por lo tanto, preparemos nuestros corazones y
mentes para mantenernos firmes. Y nunca olvidemos el precio que Cristo pagó por
nuestra salvación. Lo que sea que nos cueste nuestra fe acá en la tierra, es
poco en comparación con el sacrificio de Cristo. Y nuestro sufrimiento es corto
comparado con nuestra eternidad en el cielo.
Inglés: Counting the cost of following Christ
Traducido por: Silvia Naviliat
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