Hoy estoy compartiendo un devocional de mi libro Wisdom
for Life. Es el día 22 de 100 devocionales que incluye. ¡Espero
que te bendiga!
¿Estás escuchando al
cielo?
Susurra copos de nieve y tararea suaves vientos. Grita
tormentas de granizo y tornados. Proclama brillantes rayos de sol y sopla
blancas nubes ondulantes. Canta sinfonías de oscuridad acentuada con rayos de
luna y estrellas titilantes.
Murmura, grita y nos sorprende con un azul brillante,
un rojo carmesí y naranja. Nos recuerda el pecado del hombre y la misericordia
de Dios con inesperados arcoíris. Suavemente esparce refrigerio al suelo seco,
irradia advertencias y hace un remolino de suaves melodías.
Los cielos cuentan la gloria de Dios; la expansión proclama la
obra de sus manos. Un día transmite el mensaje al otro
día; una noche a la otra comparte
sabiduría. Sin palabras, sin lenguaje, sin una voz perceptible, por
toda la tierra resuena su eco; sus palabras llegan hasta los
confines del mundo. (Salmo
19:1–4)
La creación de Dios testifica que servimos a un Dios
omnipotente, omnisciente y todopoderoso. Los cielos no son un accidente cósmico;
fueron diseñados para contarnos que nuestro Dios existe y está lleno de gloria. Porque desde la creación del mundo
las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza
divina, se perciben claramente a través de lo que él creó. (Rom. 1:20)
El cielo también nos da una “medida” de la grandeza
del amor de nuestro Dios: “Tan grande es su amor por los que le temen como alto es el cielo
sobre la tierra.” (Salmo
103:11).
Los cielos hablan del poder, la bondad, la sabiduría,
el amor y la salvación de Dios. ¿Estás escuchando?
Para seguir pensando
Nota cómo Salmos
8:1; 50:6; y 97:6 hacen eco de
esta verdad.
Inglés: Are You Listening to the Sky?
Traducido por: Silvia Naviliat
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