El sueño físico es algo bueno. Es parte del diseño de Dios para mantenernos
físicamente saludables y alertas (Salmos
127:2).
En contraste, el sueño espiritual daña
profundamente nuestra salud espiritual y nuestra consciencia espiritual.
En Romanos
13:11,
Pablo advierte a los creyentes que despierten de su sueño porque su salvación
se acerca. Si no estamos despiertos espiritualmente, fracasamos en reconocer
los valores mundanos y la propaganda cultural.
Hay una advertencia similar en 1
Corintios 15:34, y eso también va dirigido a los cristianos: “ Vuelvan a su sano juicio, como conviene, y dejen
de pecar. En efecto, hay algunos de ustedes que no tienen conocimiento de Dios;
para vergüenza de ustedes lo digo.”
Otras traducciones comienzan este
versículo con despierten a la justicia, despierten de su estupor ebrio,
y piensen cuidadosamente lo que es correcto.
Tenemos falsos creyentes en nuestras Iglesias,
pero también tenemos creyentes que están espiritualmente dormidos. No están viviendo en pecado (1 Juan 3:6). Pero rehúsan enfrentar los desafíos y
responsabilidades de la fe cristiana.
Han cambiado las fuertes advertencias de
la Palabra de Dios por el “no juzgar”.
Queridos cristianos, recordemos que “Todos ustedes son hijos
de la luz y del día. No somos de la noche ni de la oscuridad. Por lo tanto, no
debemos dormirnos como los demás, sino mantenernos alerta y en nuestro sano
juicio.” (1 Tesalonicenses 5:5-6).
Y alentemos a nuestros hermanos y hermanas que duermen para que despierten y se preparen para los desafíos que enfrentamos.
Inglés: Let's Stay Awake
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