El mundo escucha a las personas que tienen un conocimiento y habilidades de razonamiento excepcionales. El mundo respeta a las personas que “están al control” y en el poder. El mundo valora la riqueza, la fama y la celebridad.
No hay nada de malo en ser conocedor,
fuerte y rico, si usamos esos atributos bíblicamente. Pero esas cosas nunca
deberían ser nuestras principales metas en la vida, ni la fuente de nuestra
confianza.
“Así dice el Señor:
“Que no se gloríe el sabio de su sabiduría, ni el poderoso de su
poder, ni el rico de su riqueza”.” Jeremías 9:23
Los seguidores de Cristo no ven las
cosas en la manera que los incrédulos las ven
(Juan
17:14-16).
Sabemos que Dios puede darnos la sabiduría, fuerza y riqueza que necesitemos
para cumplir Sus propósitos específicos para nuestras vidas (Efesios
2:10).
Y esas cosas nunca deberían ser nuestra
gloria.
“‘Si alguien ha de gloriarse, que se
gloríe de conocerme y de comprender que yo soy el Señor, que actúo en la tierra
con gran amor, derecho y justicia, pues es lo que a mí me
agrada’, afirma el Señor.” Jeremías 9:24
Cuando leemos y estudiamos las
Escrituras, el Espíritu de Dios nos da una comprensión más profunda y precisa
de la bondad amorosa de Dios, Su justicia y rectitud (Juan
16:13; Juan
14:26).
¡Solo entonces podemos gloriarnos!
Inglés: God Tells Us NOT to Boast & God Tells Us to Boast!
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