Los cristianos modernos a menudo compran
la “gracia barata”, pensando que su obediencia a los mandamientos de Dios no es
importante porque ya han sido salvados y perdonados. Pero están equivocados:
1. Las buenas obras no nos salvan, pero
los verdaderos creyentes hacen buenas obras.
Aceptamos Efesios 2:8-9, pero a menudo pasamos por
alto el versículo 10:
" Porque por gracia ustedes
han sido salvados mediante la fe. Esto no procede de ustedes, sino que es el
regalo de Dios y no por obras, para que nadie se
jacte. Porque somos hechura de Dios, creados en
Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de
que las pongamos en práctica.” Efesios 2:8-10
Santiago
2:14-26 nos
advierte que “la fe sin obras es muerta”.
2. El arrepentimiento significa
volvernos del pecado con diligencia.
La mayoría de nosotros entiende la bendición del
perdón, pero fracasamos en darnos cuenta que cuando excusamos o negamos
nuestros pecados, “ lo
hacemos pasar por mentiroso y su palabra no está en nosotros.” (1 Juan 1:8-10).
3. Cristo espera que nosotros tomemos
decisiones difíciles por Él.
Entendemos que Cristo nos amó cuando aun
éramos pecadores, pero no debemos olvidar que el amor por Cristo se revela en
nuestra obediencia a Sus mandamientos (Juan
14:23-24).
El
estilo de vida de los cristianos se ha vuelto cada vez más similar al de los no
cristianos. Estamos tomando decisiones fáciles en vez de buenas decisiones. Esto
demuestra una falta de gratitud por todo lo que Cristo ha hecho por nosotros.
Cuando
amamos a Jesús con todo el corazón, lo obedeceremos de todo corazón (Juan
14:21).
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