Cuando conocí a Karen, el cáncer ya había hecho estragos en su cuerpo. Ella
estaba débil y salía solo ocasionalmente de su habitación. Yo viví en su casa durante
seis semanas, ayudándola con las tareas domésticas y las comidas. Y la observaba…
Su enfermedad de cinco años había dejado
su marca, deteriorando su cuerpo físico, pero ella brillaba con la paz de
Cristo. Y ella estaba agradecida por las cosas más sencillas.
Su actitud me
hizo pensar en Mateo 5:14-16 y Lucas 11:33-36 los cuales describen a los verdaderos hijos de Dios como luces en
nuestro mundo, luces que pueden brillar no importa cuán oscuras sean las
circunstancias.
“ Por tanto, si todo tu ser disfruta de
la luz, sin que ninguna parte quede en la oscuridad, estarás completamente
iluminado, como cuando una lámpara te alumbra con su luz”. (Lucas 11:36).
Karen fue un
maravilloso ejemplo de alguien con una perspectiva saludable de Dios. Cuando
ella se paró cara a cara ante el Señor unos pocos meses después, sé que su luz
se volvió aun más brillante (1 Corintios 13:12).
Inglés: The Light Within
Traducido por: Silvia Naviliat
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