Debido a que hay tal pandemia de relaciones rotas entre padres e hijos adultos
y debido a que la mayoría de los recursos (seculares y cristianos) culpa a los
padres, me gustaría compartir la opinión bíblica usando un caso “extremo”.
Si lees Jeremías 35, leerás sobre los recabitas. Sus antepasados les pidieron que nunca tomaran vino, ni
construyeran casas, ni se volvieran granjeros. En su lugar, ellos
vivirían en carpas como nómades.
Tomar vino,
construir casas y ser granjeros no son cosas pecaminosas, y mientras Dios nos
ordena respetar a nuestros padres toda nuestra vida, Él no nos ordena
obedecerlos después de habernos casado. Pero los recabita obedecieron el quinto
mandamiento de Dios (honrar a los padres) más allá de lo que se les pedía (Éxodo 20:12; Efesios 6:1-2; Colosenses 3:20).
Nuestra
cultura moderna diría que los padres de los recabitas no eran razonables y que
sus hijos deberían poner límites. La mayoría de los artículos en internet
llamaría a los padres de los recabitas “abusivos” y “tóxicos”. Y la sicología
de Freud explicaría el terrible daño causado por ellos.
Dios, sin
embargo, vio la actitud de los recabitas hacia sus padres como un reflejo
directo de su actitud hacia Él, y les prometió que nunca dejarían de tener
descendientes que lo sirvieran a Él.
No
necesitamos llevar el honor al nivel de los recabitas, pero debemos considerar
cuidadosamente y en oración cómo Dios juzgaría la forma en que tratamos a
nuestros padres. Nuestra actitud hacia nuestros padres refleja nuestra humildad
y bondad o falta de ellas (Filipenses 2:3-4). Aún más importante, refleja nuestro honor a Dios (Juan 14:21).
💙💙💙
Inglés: Using an Extreme Case to Show God's Attitude Toward Honoring Parents
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