En cierta manera, los creyentes no tienen razón para temer a Dios.
Hemos
aceptado Su maravilloso regalo de salvación, liberándonos de la muerte eterna y
sabemos que “en el amor no hay temor
sino que el perfecto amor echa fuera el temor. Porque el temor conlleva
castigo.” (1 Juan 4:15-18)
Entonces ¿por
qué la Escritura habla tan positivamente sobre temer al Señor?
Está hablando
acerca de un tipo de temor positivo, una reverencia, un respeto y un honor que
solo Dios merece. Cuando nos damos cuenta de que no podemos comprender lo
ancho, largo, alto y profundo que es el amor de Dios, no podemos evitar
desarrollar este temor saludable (Efesios 3:16-19).
Como dice Salmos 118:4 : "Que proclamen los que temen al Señor: «Su gran amor perdura
para siempre»."
Lo mejor de
todo es que agradamos a Dios cuando lo honramos con temor reverente:
"El Señor no se deleita en
los bríos del caballo, ni se complace en la fuerza del hombre, sino
que se complace en los que le temen, en los que confían en su
gran amor." Salmos 147:10-11
¿Tú temes al Señor?
💙💙💙💙
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