Cuando los cristianos hacemos concesiones o permanecemos en silencio sobre
temas bíblicos le damos poder a Satanás y sus planes y propósitos. Salmo 1:1 poéticamente explica
el proceso de caminar, pararse, y finalmente sentarse en el concejo de los
malos.
Con esto en
mente, déjame hacer unas pocas preguntas.
Supongamos
que el gobierno promulga una ley estableciendo lugares aprobados por el
gobierno donde los padres puedan llevar a niños problemáticos menores de seis
años para matarlos. Tal vez esos niños son muy caros de mantener, tienen
discapacidades, o interfieren en el estilo de vida de sus padres.
¿Decidirías
orar y hablar abiertamente en contra de esa ley, haciendo todo lo posible por
revertirla?, o:
1. Decidirías
que es mejor matar a los niños en lugares aprobados por el gobierno para que
los padres no tengan que recurrir a lugares de matanza ilegales.
2. Dirías que
las personas enfocadas en revertir la ley solo están interesadas en las
necesidades de los niños y no en las de los padres.
3. Te darías
cuenta que no podemos cambiar la ley entonces sólo deberíamos tratar de cambiar
los corazones de los padres que quieren matar a sus hijos.
4. Citarías un informe científico que
demuestra que los niños menores de seis años no son completamente humanos.
Suena absurdo,¿no? Pero he escuchado a cristianos usar todas estas excusas cuando se habla
de aborto, y la única diferencia es la edad del niño al que matan.
Si tú estás
usando algunas de esas excusas, estás caminando con personas que se burlan del
diseño de Dios. Tú puedes seguir adelante y elegir eventualmente sentarte con
ellos, pero yo espero que en vez de eso, te alejes de ellos.
Ahora, más
que nunca, los cristianos necesitamos pararnos con el Señor.
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