¿Qué hacemos cuando nuestro gobierno promulga leyes malas?
Primero y más importante: nunca desobedecemos las leyes de Dios para obedecer las leyes del gobierno. Pero hay una diferencia entre leyes malas y leyes que nos obligan a violar las escrituras.
Por ejemplo, cuando yo estuve en la Checoslovaquia comunista en 1980, el cambio oficial era injustamente excesivo. Tuve la oportunidad de cambiar dinero a un cambio justo en el mercado negro ilegal y la mayoría de las personas en la excursión lo estaba haciendo, pero mi conciencia no me lo permitía. Nada en las escrituras dice que debamos conseguir un cambio justo.(1)
Durante ese tiempo, los comunistas también tenían una ley que prohibía llevar Biblias a las personas checas. Yo desobedecí esa ley llevando algunas Biblias para regalar. Dios nos manda compartir el evangelio y ayudar a nuestros hermanos y hermanas perseguidos (2 Timoteo 4:2; Hebreos 13:3).
Ambas leyes eran malas. Podríamos decir incluso que eran impías (una motivada por la avaricia, la otra por la persecución). Pero sólo una me forzaba a violar las Escrituras.
Romanos 13:1-6 and 1 Pedro 2:13-17 fueron escritos cuando el gobierno romano era muy corrupto, entonces no podemos desobedecer las leyes basados en nuestra desaprobación hacia el gobierno o sus líderes. Bueno, podemos, pero no encontramos apoyo en las Escrituras para hacerlo.
Sin embargo, hechos 4 y 5 deja bien en claro que deberíamos desobedecer cualquier ley que viole las leyes de Dios, aun cuando esto signifique enfrentar multas o prisión (Hechos 4:18-20; Hechos 5:27-32).
Este principio se aplica a todas las autoridades: familia, iglesia, empleo, etc.
Inglés: When to disobey authority
Traducido por: Silvia Naviliat
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