Cuando estés lidiando con la injusticia y la amargura, haz de ésta “tu
lista de cosas para hacer” diariamente:
1. Confía en que
Dios use la situación para bien (Romanos 8:28).
2. Pon tu esperanza sólo en Dios, no en las circunstancias ni en la justicia
terrenal (Salmo 62).
3. Enfócate en las cosas buenas en tu vida (Filipenses 4:8).
4. Cuando los pensamientos improductivos te alcanzan, ora por tu
ofensor. Y, si Dios te impulsa a bendecir a tu ofensor de alguna manera
tangible, obedécelo (Romanos 12:14, 17-21).
5. Rehúsa la culpa falsa que viene de Satanás (1 Pedro 5:8-9).
6. Pero escucha
cuidadosamente la convicción de Dios y arrepiéntete genuinamente de cualquier
actitud o acción pecaminosa que tengas, sin importar cuán pequeña sea en
comparación con tu ofensor (1 Juan 1:9).
7. Deja ir toda amargura mediante el poder del Espíritu de Dios porque no
puedes hacerlo por tu cuenta (Efesios 3:20-21; Filipenses 4:13).
8. Recuerda que estás haciendo estas cosas porque amas a Cristo y a Él le debes
tu vida (1 Corintios 6:19-20).
¡La amargura destruye, pero Dios restaura!
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