A veces
consideramos la depresión como una señal de una fe débil. Pero, ¿lo es?
David, "un hombre conforme al
corazón de Dios," escribió muchos salmos mientras estaba deprimido y
desilusionado (Hechos 13:22). Él experimentó
momentos de gran tristeza, noches sin dormir, miedo, ansiedad, y dolor. A
veces, incluso se sintió olvidado por Dios (por ej., Salmo 13:1-4).
Jeremías es otro ejemplo. Un
maravilloso siervo de Dios, él experimentó gran desaliento y depresión. Él incluso maldijo el día en que nació (Jeremías 20:7-18).
Job, a quien Dios elogiaba, también
llegó a un punto cuando deseó no haber nacido (Job 1:8; Job 3).
Elías, otro grande y poderoso siervo
de Dios, sufrió depresión después de una de sus mayores victorias en el Señor (1 Reyes 18-19).
Incluso el apóstol Pablo perdió “la
esperanza de salir con vida” (2 Corintios 1:8).
Si nos deprimimos, podemos hacer lo
que estos hombres hicieron: recordarnos a nosotros mismos la fidelidad de Dios
y depender de Su ayuda (Jeremías 31:3; Salmo 13:5-6; 2 Corintios 1:9).
Qué maravilla es tener un Señor que
entiende nuestras humanas debilidades y nos trata tan amorosamente.
"Tan compasivo es el Señor con los que le temen
como lo es un padre con sus hijos. Él conoce nuestra
condición…" Salmo 103:13-14
"Restaura a los de corazón
quebrantado y cubre con vendas sus heridas." Salmo 147:3
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Inglés: When godly people get depressed
Traducido por: Silvia Naviliat
Gracias me sirvió de aliento.
ReplyDeleteAlgo que he aprendido...Los cristianos no somos perfectos, somos pecadores al igual que todos, seguimos en la carne, y la carne es débil, aunque Jesús nos perdonó y nos limpió, nuestra carne sigue allí, y está es tentada por el mundo y sus vanidades, por eso, no somos perfectos aún, así que no nos rindamos !sigamos en la carrera de la fe! Y sip, la depresión no avisa.
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