Queridos cristianos, cuidado con las falsas filosofías que buscan minar nuestra
fe.
Una que cada vez tiene más atractivo
es la siguiente: si una enseñanza bíblica es buena, hará que las personas se
sientan bien consigo mismas. No hará que nadie se sienta avergonzado.
Aquellos que promueven esta falsa
creencia tuercen el significado de Mateo 7:15-18:
“Cuídense
de los falsos profetas. Vienen a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro
son lobos feroces. Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen
uvas de los espinos, o higos de los cardos? Del mismo modo, todo árbol bueno da fruto bueno, pero el árbol malo da
fruto malo. Un árbol bueno no puede dar fruto malo, y un
árbol malo no puede dar fruto bueno.”
Los falsos maestros a menudo
aparentan ser gentiles y amorosos (“disfrazados de ovejas”), pero ellos engañan
a las personas (como “lobos feroces”). Sus vidas y sus enseñanzas dan fruto
malo porque alientan a las personas a permanecer en sus pecados.
Las enseñanzas bíblicas dan buen
fruto, compartiendo la Palabra de Dios con precisión, convenciendo a las
personas de sus pecados, y llevándolos al arrepentimiento y al perdón.
Los mandamientos de Dios no son para
hacernos sentir cómodos. Son para proteger nuestras almas y hacernos santos
porque sin santidad “nadie verá al Señor” (Hebreos 12:14).
----------------
Un ejemplo de enseñanza que da mal fruto:
Enseñar que Dios aprueba la conducta LBGTQ .
El “disfraz de ovejas” es la
afirmación de que es amoroso reafirmar a las personas LBGTQ y hacerlas sentir cómodas
con su estilo de vida. Pero estos maestros, como “lobos feroces”, en realidad
están alentando a las personas a dañar sus almas.
Todos los mandamientos de Dios son
amorosos, diseñados para nuestro bien:
“ En esto consiste el amor a Dios: en que obedezcamos
sus mandamientos. Y
estos no son difíciles de cumplir.” 1 Juan 5:3
La corrección, la reprensión, la convicción,
y el arrepentimiento son buenos frutos:
Jesús dice: “ Yo reprendo y
disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, sé fervoroso y arrepiéntete.” (Apocalipsis 3:19).
Los cristianos son llamados a lo
siguiente: “Predica la palabra; mantente dispuesto a tiempo y
fuera de tiempo; convence, reprende y exhorta con toda paciencia y enseñanza.” (2 Timoteo 4:2).
La Palabra de Dios está diseñada “para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la
justicia” (2 Timoteo 3:16).
Santiago 4:8-10 nos dice que deberíamos sentirnos terriblemente mal por nuestros
pecados: “Acérquense a Dios,
y él se acercará a ustedes. ¡Pecadores, límpiense las manos! ¡Ustedes los inconstantes,
purifiquen su corazón! Reconozcan sus miserias, lloren y laméntense. Que
su risa se convierta en llanto, y su alegría en tristeza. Humíllense delante del
Señor, y él los exaltará.”
No comments:
Post a Comment