Silencio farisaico

 

Cuando el silencio es pecado

                                                                                                                                                           

Si hemos tenido repetidas discusiones con alguien sobre el mismo problema y no hemos podido resolverlo, necesitaremos coincidir en discrepar, perdonarnos completamente uno al otro, y encontrar otras maneras de sanar la relación fuera de la discusión.(1)   


Sin embargo, rehusarse a discutir los problemas en primer lugar es signo de orgullo autosuficiente. 

Mateo 5:23-24 dice que reconciliarse con los demás debería ser una prioridad importante en nuestras vidas. 

Lucas 17:3-4 dice que deberíamos tener la voluntad de perdonar repetidas ofensas.

Cuando ambas partes entran a una discusión con mente abierta, escuchando cuidadosamente las preocupaciones del otro y admitiendo cuando han sido descuidados e inconsiderados, nada puede impedir la reconciliación.

Si una persona tiene la actitud correcta, puede llegar a cambiar la actitud de la otra persona. Pero no siempre.

Lo importante es que nosotros hagamos lo mejor por buscar la paz y la reconciliación (Romanos 12:18). Si nos rehusamos, nuestro silencio es pecaminoso.

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 ¿La Biblia especifica que las discusiones deben ser cara a cara? No. De hecho, Pablo manejó varios problemas importantes de relación a través de cartas escritas. Aunque las conversaciones cara a cara son importantes, no siempre son posibles o lo mejor para las relaciones. Cada persona procesa las cosas de manera diferente. Escribir nos permite elegir con cuidado las palabras y organizar mejor nuestros pensamientos, pero carece de las inflexiones de la voz. ¿Qué es mejor? Depende. La actitud detrás de las palabras es más importante que el método.


 Una mala excusa: "No quiero discutir sobre el tema, pero oraré acerca de eso."
A menos que estemos sugiriendo la oración antes y durante la discusión, es una excusa inaceptable. Santiago 2:14-17 habla sobre usar la oración como excusa cuando está a nuestro alcance resolver un problema a cubrir una necesidad.

(1)  Es importante que hayamos puesto lo mejor de nosotros para tener discusiones maduras y con humildad. 

La Escritura nos dice que dos discusiones con una persona conflictiva son suficientes cuando tienen que ver con doctrinas que causan división en la iglesia (Tito 3:10). Hacer dos intentos honestos para resolver un problema antes de seguir adelante podría ser lo correcto, pero ese versículo está tratando específicamente de temas doctrinales, no relacionales.

Inglés: Self-righteous silence

Traducido por: Silvia Naviliat

 

Hay algunas excusas santurronas para evitar la discusión calmada en relaciones con problemas. Este devocional explica la respuesta bíblica.


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