Los celos son un demonio cruel. Es especialmente triste cuando sucede dentro del cuerpo de Cristo y nos da envidia las bendiciones o habilidades de otra persona.
“Cruel es la furia, y
arrolladora la ira, pero ¿quién
puede enfrentarse a la envidia?” Proverbios 27:4
Dios da a cada cristiano dones, fortalezas, y oportunidades. Cuando
envidiamos a otros, dudamos de la sabiduría de Dios, minimizamos nuestros
propios dones, y deseamos ser alguien que no estamos destinados a ser.
Me encantan las historias en la Escritura de cristianos humildes,que
pasaban desapercibidos pero que pusieron lo mejor de ellos y agradaron a Dios
en el área para la que Dios los dotó.
Tabita es una de mis favoritas, la mujer que cambió su mundo cosiendo ropas
para las viudas. Cuán fácilmente ella podía haber Escondido su luz bajo el
canasto de costuras, pensando que era inferior (Mateo 5:14-16). Su funeral y su
resurrección ciertamente arrojaron luz sobre su impacto en las personas y su
valor para Dios. Lee su increíble historia en Hechos 9:36-42.
Queridos cristianos, concentrémonos en nuestros propios dones y pidámosle a
Dios que los use completamente para Sus propósitos (Efesios
2:10).
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Inglés: Don't be jealous of other people's gifts
Traducido por: Silvia Naviliat
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