El pecado de los fariseos no era tanto lo que hacían. Era el por qué lo hacían y lo que no hacían.
“ ¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas! Dan la décima parte de sus especias: la menta, el anís y el comino. Pero han descuidado los asuntos más importantes de la ley, tales como la justicia, la misericordia y la fidelidad. Debían haber practicado esto sin descuidar aquello.” Mateo 23:23
Nos comportamos como los fariseos cuando:
(Los textos completos de las Escrituras están debajo)
✔ Alardeamos de nuestro estilo de vida santo y nos aseguramos de que todos oigan de nuestra última buena obra. (Mateo23:5-7).
✔ Asistimos fielmente a la iglesia pero tratamos con falta de respeto a nuestro cónyuge (Mateo 23:28).
✔ Hablamos con orgullo de nuestros esfuerzos evangelísticos pero vivimos igual que nuestros vecinos no cristianos (Mateo 23:15).
✔ Mostramos preocupación por los valores morales que decaen pero excusamos nuestros pecados personales (Mateo 23:25).
✔ Ayudamos en los programas de la iglesia pero descuidamos a nuestros padres (Mateo15: 4-9).
Seamos cuidadosos en hacer lo correcto por las razones correctas. Y no descuidemos “los asuntos más importantes”.
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Pasajes completos de la Escritura:
Mateo 23:5-7: “Todo lo hacen para que la gente
los vea: Usan filacterias grandes y adornan sus ropas con borlas vistosas; se mueren
por el lugar de honor en los banquetes y los primeros asientos en las
sinagogas, y porque la gente los salude en las plazas y los llame “Rabí”.”
Mateo 23:28:
Así también ustedes, por fuera dan la impresión
de ser justos, pero por dentro están llenos de hipocresía y de maldad.
Mateo 23:15: "¡Ay de ustedes, maestros de la ley y
fariseos, hipócritas! Recorren tierra y mar para ganar un solo adepto, y cuando
lo han logrado lo hacen dos veces más merecedor del infierno que ustedes.”Mateo 23:25: “¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas! Limpian el exterior del vaso y del plato, pero por dentro están llenos de robo y de desenfreno.”
Mateo 15: 4-9: “… Ustedes, en cambio, enseñan que un hijo puede decir a su padre o a su madre: “Cualquier ayuda que pudiera darte ya la he dedicado como ofrenda a Dios”. En ese caso, el tal hijo no tiene que honrar a su padre… ¡Hipócritas! Tenía razón Isaías cuando profetizó de ustedes: »“Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí.En vano me adoran; sus enseñanzas no son más que reglas humanas”».
Inglés: Modern Pharisees
Traducido por: Silvia Naviliat
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