¿Cómo los cristianos deberíamos manejar las críticas injustas?
Por ejemplo, imagina que alguien te acusa de haber querido herirlo o avergonzarlo a propósito.
1. No te pongas en modo defensivo (1 Juan 1:8).
Nunca deberíamos justificarnos sin primero examinar honestamente la queja (Proverbios 18:13; Santiago 1:19). Si ignoramos la corrección legítima, cauterizamos nuestra conciencia y perdemos la habilidad de discernir lo correcto de lo incorrecto.
2. Considera si hay cosas que podrías haber hecho mejor (Romanos 12:3; 2 Corintios 8:21).
Incluso si no heriste intencionalmente a alguien, ¿podrías haber dicho algo de mejor manera, haber sido más paciente o cuidadoso? Puedes admitir que te equivocaste en estas áreas sin que tus acciones fueran intencionales.
3. Muestra compasión por los sentimientos heridos (1 Pedro 3:8).
“Perdóname si mi comentario te lastimó.”
4. No admitas la culpa de cosas que no hiciste (Salmos 34:13).
No es honesto ni saludable confesar cosas que no has hecho, simplemente para mantener la paz.
Aún si la acusación es injusta, puedes responder con honestidad y humildad.
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Pablo es un buen ejemplo de alguien que a menudo enfrentó acusaciones injustas. Aunque sus situaciones no se aplican directamente a nuestras relaciones personales, él nos ofrece ejemplos de algunos de los puntos mencionados anteriormente.¿Por qué no estudias Hechos 21-28 y anotas los varios aspectos de la defensa de Pablo y las oportunidades que estas falsas acusaciones le dieron? A veces Dios usa las injusticias para hacernos un gran bien (Romanos 8:28).
Inglés: Handling unjust accusations
Traducido por: Silvia Naviliat
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