El quinto pecado más antiguo en la Biblia: la adoración falsa

A continuación del primer acto de adoración registrado, encontramos el quinto pecado registrado en las Escrituras (Génesis 4:3-5).(1) 

 Aparentemente Dios explicó la importancia de los sacrificios significativos, y abel trajo su sacrificio en un espíritu de fe (Hebreos 11:4).(2)

 Pero Caín pensó que podía albergar pecado en su corazón y aún así traer a Dios un sacrificio agradable (1 Juan 3:12).

 Hay adoradores tipo Caín en las iglesias modernas también. Ellos engañan a muchos creyentes con sus formas externas de santidad, pero son falsos, falsos convertidos (Mateo 13:24-30; Mateo 7:21-23). 

 Ellos distorsionan los principios bíblicos e influyen sobre los nuevos creyentes que tienen poco conocimiento de las Escrituras.

 ¿Qué podemos aprender de la adoración hipócrita de Caín? 

 1. No confundamos las formas externas de “adoración” con la adoración genuina (2 Timoteo 3:1-5).

 2. Rechacemos cualquier enseñanza que contradiga la Palabra de Dios, sin importar cuán “respetable” parezca (Mateo 7:15). 

 3. Examinémonos a nosotros mismos regularmente para asegurarnos de estar adorando a Dios sinceramente con corazones arrepentidos y puros (Salmos 66:18; 2 Corintios13:5).

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Notas:
 (1) Debido a que Adán y Eva se volvieron pecadores en la caída, y sus hijos nacieron pecadores, éste no es el quinto pecado cometido en la tierra. Pero es el quinto pecado registrado en las Escrituras.

 (2) Aunque la explicación de los sacrificios no está registrada en las Escrituras, sabemos que es parte del carácter de Dios advertirnos sobre el pecado. Dios explicó claramente su única regla a Adán y Eva (no comer de la fruta prohibida). Dios explicó claramente sus mandamientos del Antiguo Testamento y los del Nuevo Testamento. Igual que un buen padre, Él nunca castiga a Sus hijos arbitrariamente. Vea Génesis 4:7 y Romanos 1:18-19.

 ¿El sacrificio de Caín fue inferior porque no era un sacrificio de sangre? 
Muchos creen que Dios rechazó el sacrificio de Caín porque no era un sacrificio de sangre, el cual se requería para el perdón de los pecados (Levítico 17:11; Hebreos 9:22). La Escritura no explica porqué Dios no se agradó de la ofrenda de Caín, pero parece probable que fuera la actitud con la que Caín hizo su ofrenda, no la ofrenda en sí. La palabra hebrea usada para “ofrenda” en este pasaje no es específica, y las ofrendas de granos también eran parte de las leyes del Antiguo Testamento (Levítico 2). Es probable que Caín haya traído el sacrificio con una actitud de celos y odio hacia Abel, dejándola así sin valor.Vea Mateo 5:23-24 y Salmos 66:18-20 los cuales hablan sobre nuestras actitudes al adorar y servir a Dios.

Inglés: The fifth oldest sin in the Book
Traducido por: Silvia Naviliat