Me desperté a las 4 a.m. y pensamientos tristes llenaron mi mente.
“¿Por qué, Señor?” le pregunté por milésima vez. No estaba enojada, sólo confundida.
¿Por qué aquellos que amamos toman decisiones que nos lastiman y los lastiman a ellos mismos? ¿Por qué las cosas van de mal en peor? ¿Por qué no pueden ver que negar los principios bíblicos es un error? ¿Por qué no podemos tener un dulce compañerismo con ellos como una vez lo tuvimos?
Luego recordé a una persona que amaba a Dios que se hizo preguntas similares hace 1000 años.
En el Salmo 73, Asaf estaba confundido acerca de las personas que vivían felices a pesar de sus elecciones impías. En el Salmo 77, él gritaba en la noche y se afligía profundamente cuando pensaba en los tiempos antiguos.
Pero cuando Asaf estaba afligido, sintiéndose rechazado y olvidado por Dios, él siempre paraba y cambiaba su perspectiva. Él comenzaba a ponderar la fidelidad de Dios, Su consuelo siempre presente, y Sus milagros pasados a favor de Su gente.(1)
Del dolor a la adoración, él permitía que el carácter fiel de Dios restaurara su espíritu quebrado.
Asaf no podía cambiar sus circunstancias, por eso cambiaba su perspectiva. ¡Nosotros podemos hacer lo mismo!
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(1) 2 Corintios 1:3-5 expresa la capacidad de Dios de consolarnos en nuestras penas.
Inglés: From pain to praise
Traducido por: Silvia Naviliat
Gracias a Dios por guiarme a este Blog. Justamente esta reflexión de Asaf es igual como yo me pregunto más de miles de veces, y el Señor me sostiene, y viene con Su Consuelo. Gracias hermanos quienes escriben en este Blog. Yo tambien quisiera algunas cosa que el Señor me concediera. Ver en mi y mis hijos y hogar los milagros que Jesús hacía, y aún hace. Sólo esperaré. Y dispongo mi corazón a Su Voluntad , y que en Su Voluntad me fortalezca y ayude. Amén. Dios lo brndiga
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