Los Diez Mandamientos comienzan con fuertes advertencias de no adorar a otros
dioses:
" No te postres delante de ellos ni los
adores. Yo, el Señor tu
Dios, soy un Dios celoso. " (Éxodo
20:5).
Típicamente,
pensamos en “otros dioses” como deidades paganas, pero los verdaderos
cristianos pueden violar este mandamiento a través de prioridades equivocadas
así como de influencias paganas.
Definitivamente ponemos a Dios *celoso cuando
priorizamos cosas como "los malos deseos de la carne, la codicia de los ojos y la arrogancia de
la vida" (1
Juan 2:15-17).
Pero también podemos poner cosas buenas por encima de
los propósitos de Dios. Por ejemplo, podemos enfocarnos tanto en nuestra
familia, nuestro trabajo o nuestro ministerio que descuidemos pasar tiempo con
Dios en oración y estudio de la Biblia y buscar Su voluntad para nuestras
vidas.
Yo sé que necesito evaluar mis prioridades de tiempo en tiempo, y te animo a
que hagas lo mismo. Nunca olvidemos que "somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús
para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las
pongamos en práctica." (Efesios
2:10).
Dios
es celoso de que nuestro amor no esté dividido. Démosle nuestro amor a Él.
💙💙💙
*Celoso
usualmente es una palabra negativa, pero no cuando es usada por Dios. Él es
apropiadamente celoso como un esposo estaría celoso si su esposa tuviera un
romance con otro hombre.
Cuando hacemos de Jesús nuestra prioridad número 1, todas las otras prioridades
caen en su lugar.
Inglés: Priorities and Our Jealous God
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