El verdadero evangelio nos pone triste antes de hacernos felices

 

De la pena al gozo



Recientemente leí un artículo que identificaba a los Buenos cristianos como aquellos que hablan del amor de Dios. En contraste, el artículo identificaba como fariseos a aquellos que hablan del pecado.

¡Error!

 

Es imposible contarle sobre el amor de Dios a la gente sin decirles cómo sus pecados los ha separado de Dios.

El verdadero evangelismo involucra ambos aspectos porque reconocer nuestros pecaos es una parte necesaria de venir a Cristo. No podemos entender el sacrificio de Cristo si no entendemos nuestra necesidad de ese sacrificio.

Este fue el mensaje que Cristo trajo al mundo oscuro y perdido:

El reino de Dios está cerca. ¡Arrepiéntanse y crean las buenas noticias!(Lee Marcos 4:16-17 y Marcos 1:15.

Y Cristo ordena a sus discípulos a enseñar “el arrepentimiento y el perdón de pecados” (Lucas 24:46-47). 

De hecho, Jesús dijo que debemos primero “calcular el costo” antes de volvernos sus discípulos.(Lucas 14:28-33). 

El evangelio no es: “Siéntete bien sobre ti mismo porque Dios te ama.”

El evangelio es: “Date cuenta de que el pecado te separa de Dios, pero Él amorosamente te ofrece su perdón y vida eterna si te arrepientes, crees y lo sigues.”

 

¿Recuerdas la primera vez que entendiste que el mayor acto de amor en tu vida fue Cristo muriendo por tus pecados?

 

El verdadero evangelio nos pone tristes antes de hacernos felices, pero el gozo y el consuelo que trae son increíbles. 

Inglés: The True Gospel Makes Us Sad before It Makes Us Happy

Traducido por: Silvia Naviliat

Cuidado con los ingredientes perdidos en algunas presentaciones del evangelio. Si compartir de Cristo no pone incómodas a las personas, no lo estás haciendo correctamente.


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