No es lo que tienes, es cómo lo usas lo que cuenta.

 

Dios tiene propósitos para todos nosotros:

 

“ Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica” (Efesios 2:10).

 

Él nos da cualquier habilidad que necesitemos para completar las cosas para las cuales Él nos designó. Entonces, ¿por qué en la mayoría de las iglesias, el 10% de las personas hacen el 90% del trabajo del ministerio?

 

Me hace acordar a un hombre famoso al que se le dio sabiduría, favor y riqueza excepcionales, pero tontamente los malgastó.

 

Me refiero al rey Salomón. Dios lo elogió por sus decisiones tempranas en su vida, dándole riqueza, sabiduría, oportunidad, poder y prestigio (1 Reyes 3:4-13; 4:29-34). 

 

Pero en sus últimos años, Salomón se alejó de Dios por amor a  mujeres paganas, dioses paganos y caballos egipcios (1 Reyes 11:1-11; Deuteronomio 17:16; 1 Reyes 10:26-28). 

Salomón demostró que no es cuántas habilidades y oportunidades tenemos lo que importa. Lo que más importa es si usamos esas habilidades y oportunidades para los propósitos de Dios (Colosenses 3:17; 1Pedro 4:11). 

 

Debemos guardar nuestro corazón (Proverbios 4:23). Y deberíamos recordar esta importante verdad: el día del Juicio Dios recompensará a aquellos que hicieron lo mejor para servirlo y honrarlo a Él (1 Corintios 3:11-15; Colosenses 3:23-24).

Querido Señor, ayúdanos a usar los dones que nos has dado completa, fiel y libremente.

 Inglés:It's Not What You Have—It's How You Use What You Have that Counts.

Traducido por: Silvia Naviliat