El Salmo 118 es tan rico en sabiduría, consuelo y
propósito.
Comienza con esta verdad: “Den gracias al Señor, porque él es bueno; su
gran amor perdura para siempre.” Y termina
con la misma verdad 28 versículos más adelante. Estos versículos idénticos
“redondean” un maravilloso salmo.
En el versículo 5, el salmista explica que cuando
estamos presionados, o con miedo, el Señor nos lleva a un “lugar espacioso”, un
lugar lleno, sin medida, de Su amor y consuelo.
Sin importar lo que enfrentemos, el Señor es
nuestro Ayudador (v. 7).
“Es mejor refugiarse en el Señor que confiar en el hombre.” (v. 8). ¡Sí! No perdamos el tiempo buscando la sabiduría del mundo
cuando necesitamos guía y consuelo. Busquemos la sabiduría de Dios.
Nunca debemos olvidar que “¡La diestra del Señor realiza proezas!” (vv. 15-16). Y para confirmar esta verdad, el versículo 22 ofrece una
profecía de Jesús, nuestro Salvador: “La piedra que desecharon los constructores
ha llegado a ser la piedra angular.” *
Tal vez el versículo más amado en el Salmo 118 es
el 24: “Este es el día que hizo
el SEÑOR; nos gozaremos y nos alegraremos en él.”
¡Sí! ¡Hoy, justo ahora, es el día que el Señor ha
hecho, entonces disfrutemos de Él! “Den gracias al Señor, porque él es bueno; su
gran amor perdura para siempre.”
Inglés: The Beginning and the End of Psalm 118
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