En mi devocional ¿Las circunstancias explican nuestros pecados? escribo sobre nuestra necesidad de empatizar con aquellos que han sido
maltratados pero nunca excusar pecados basándonos en circunstancias porque los
adultos nunca son forzados a pecar. Ellos eligen
pecar.(1)
Una cristiana profesante me escribió
diciéndome que yo estaba equivocada porque necesitamos comprender qué es lo que
“causa” el pecado. Le respondí con pasajes de la Biblia que refutaban su
creencia, pero ella se mantuvo firme.
¿Por qué menciono esto? Porque
regularmente me encuentro con cristianos que no permiten que las Escrituras
cambien sus opiniones. Dicen creer en la Biblia pero sus palabras y sus
acciones lo niegan.
Si alguien nos muestra Santiago 1:14-15 y Génesis 4:7 y nosotros
continuamos diciendo que las circunstancias “causan” el pecado, estamos
llamando a Dios mentiroso.
Si alguien nos muestra Colosenses 2:16-17, Marcos 7:18-19, 1 Corintios 8:8 y Hechos 10:9-16 y continuamos diciendo que los cristianos debemos
obedecer las leyes alimenticias del Antiguo Testamento, estamos llamando a Dios
mentiroso.
Si alguien nos muestra Mateo 5:29, Mateo 10:28, Mateo 13:36-43, Lucas 16:19-31, 2 Tesalonicenses 1:6-10, Judas 1:7, 2 Pedro 2:4-9, and Apocalipsis 20:14-15, y continuamos diciendo que no hay
infierno, estamos llamando a Dios mentiroso.
Si alguien nos muestra Génesis
1:27, Génesis 5:2, Marcos 10:6, Salmo 139:13-16, Isaías 45:9, y Romanos 9:20, y
continuamos diciendo que hay más de dos géneros, estamos llamando a Dios
mentiroso.
Entonces, ¿qué te hace cambiar de opinión,
querido Cristiano? ¿tu opinión, la opinión de otros, o la Palabra de Dios?
(1) Si los padres de un niño lo
fuerzan a hacer algo pecaminoso contra su voluntad, el niño no es responsable. El adulto es doblemente responsable. (Marcos 9:42).
Inglés: When people call God a liar
Traducido por: Silvia Naviliat
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