Los
cristianos necesitan sabiduría al elegir amigos. Deberíamos tratar a todos
bondadosamente (Romanos 12:9-21), pero deberíamos elegir amigos que no sean groseros, criticones, o
egoístas (1 Corintios 15:33).
Sin embargo,
no elegimos nuestras relaciones familiares. Dios lo hace. Y Él quiere que
hagamos lo mejor para llevarnos bien.
La
reconciliación es una gran prioridad en cualquier relación, pero especialmente
con la familia (Mateo 5:23-24; Efesios 5-6). Tristemente, muchos cristianos trabajan duro para mantener relaciones
saludables con amigos y vecinos, pero se rinden con la familia.
No deberíamos
ignorar los problemas. Al contrario, deberíamos trabajar persistente y
humildemente hacia la mutual reconciliación.
Efesios 4:31-32 nos da pautas para la reconciliación bíblica:
1. Rehusamos
amargarnos.
2. Controlamos
nuestro enojo.
3. No exageramos
los problemas, ni usamos nombres ofensivos.
4. Hablamos bondadosa y
respetuosamente.
5. Actuamos
compasivamente, tratando de ver las cosas desde la perspectiva de la otra
persona.
6. Perdonamos
y rehusamos guardar rencor porque Cristo nos perdonó.
“ Abandonen toda amargura,
ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia. Más
bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así
como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.”
Si rehusamos
el difícil trabajo de la reconciliación, nunca aprendemos a pensar más allá de
nuestros deseos egoístas (Filipenses 2:3-4). Nunca aprendemos a discutir las cosas de una manera que honre a Dios.
Nunca aprendemos humildad.
Entonces,
aprendamos a reconciliarnos bíblicamente por amor al Señor.
Inglés: 6 aspects of biblical reconciliation
Traducido por: Silvia Naviliat
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