El consuelo de estar quieto y conocer que Él es Dios

 

Como un niño rescatado


El Salmo 46 proclama que Dios es “nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia.” No necesitamos temer si todo el mundo se cae alrededor nuestro (versículos 1-3). 

El  versículo 10 es especialmente reconfortante ya sea que estemos lidiando con problemas en nuestro  mundo, nuestra familia, o nuestros propios corazones y mentes:

«Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios.
  ¡Yo seré exaltado entre las naciones! ¡Yo seré enaltecido en la tierra!»
  

Yo pienso en un niño pequeño que vaga en medio de una multitud. Ella entra en pánico, pensando que está perdida. Lágrimas corren por su cara y el miedo llena su corazón. Pero mira hacia arriba y ve a su padre y se da cuenta que él nunca se ha ido de su lado.

Mientras la levanta en sus brazos, él le dice: “Quédate quieta. Yo estoy aquí. He tenido mis ojos sobre ti todo el tiempo. Nada nos va a separar. Estoy a cargo.” 

De la misma manera, podemos “mirar hacia arriba” y treparnos a los brazos de nuestro Padre, aliviar nuestros miedos, recordando que Él no nos ha olvidado y que Él está a cargo. 

¿Estás atribulado, preocupado, dolorido, confuso, o solitario?

¡Quédate quieto y conoce que Él es Dios! 


Inglés: The comfort of being still and knowing He is God

Traducido por: Silvia Naviliat

El Salmo 46 ofrece unas ideas maravillosas. Este devocional de 1 minuto te bendecirá.


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