Se está volviendo cada vez más difícil ser padre porque los padres se han transformado en el chivo expiatorio de la sociedad.
Pero el cristianismo enseña algo diferente.
Los padres son responsables de la crianza de sus hijos, y deberían hacer lo mejor para el Señor (Efesios 6:4; Colosenses 3:21). Dios los juzgará por su crianza egoísta, dura o permisiva.
Sin embargo, los padres no son responsables de la elecciones,acciones, actitudes, y estilo de vida de sus hijos adultos.
Padres terribles a veces tienen hijos piadosos, y padres piadosos a veces tienen hijos terribles.
Si hacemos a los padres responsables de las acciones de sus hijos, ninguno de nosotros es culpable de sus pecados porque todos tenemos padres para culpar.
Ezequiel 18:20 deja ese error en evidencia:
" Todo el que peque merece la muerte, pero ningún hijo cargará con la culpa de su padre, ni ningún padre con la del hijo: al justo se le pagará con justicia y al malvado se le pagará con maldad."
Por lo tanto asegurémonos de probar nuestras acciones y aceptar la responsabilidad por nuestros propios pecados (Gálatas 6:4-5).
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¿Eres un padre que sufre por el estilo de vida de tus hijos adultos? Pide perdón a Dios por cualquier cosa que hayas hecho mal, y pide perdón a tus hijos si es necesario, pero deja de culparte por las elecciones de tus hijos y deja de aceptar que tus hijos te culpen.
¿ Culpas tú a tus padres por tu conducta? Crece, empieza a tomar responsabilidad por tu vida, y aprende cómo honrar a los seres humanos imperfectos que Dios te dio por padres.
Inglés: No one to blame but ourselves
Traducido por: Silvia Naviliat
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