Algunos niños pequeños cambiarían un cuarto de dólar por tres centavos brillantes. Ellos son demasiado ingenuos para darse cuenta cuál tiene más valor.
Desafortunadamente, nosotros los cristianos, hacemos lo mismo cada vez que abandonamos los tesoros celestiales por los terrenales (Mateo 6:19-20; 1Timoteo 6:18-19).
Estamos cambiando nuestra riqueza espiritual por unos pocos “centavos brillantes” cuando:
• Tomamos el camino fácil en vez del camino correcto
• Desperdiciamos una oportunidad de compartir nuestra fe
• Nos enfocamos en metas de este mundo
• Mantenemos la boca cerrada cuando se burlan de los valores bíblicos
• Pasamos por alto algunos de los mandamientos de Dios
¿Recuerdas la viuda pobre que con sacrificio entregó sus últimos pocos centavos? Ella los estaba cambiando por un tesoro mucho más grande en el cielo (Lucas 21:1-4).
¿Recuerdas al Centurión que ni siquiera se sentía digno de tener a Jesús en su hogar? Él estaba cambiando el honor terrenal por el honor celestial (Mateo 8:5-13).
¿Recuerdas aquellos que “fueron torturados, sin aceptar ser rescatados, para obtener una resurrección mejor” (Hebreos 11:35)?
Traducido por: Silvia Naviliat
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