Cuando te equivocas, no apretes la tecla “Retroceder”

 

Filipenses 3:13-14


Recientemente hablé sin pensar y mis palabras fueron santurronas. 

Me disculpé con la persona y le pedí perdón a Dios, pero estaba decepcionada de mi misma. Debería haberlo hecho mejor ya que ocasionalmente recibo comentarios jactanciosos en mi blog y sé que no son útiles.

A veces cuando me equivoco así, siento que toco el botón de “retroceder” en mi crecimiento espiritual. Pero Dios me está ayudando a entender que solo apretamos el botón de “retroceder” si fallamos en arrepentirnos honestamente y en aprender de nuestros fracasos.

 

Podemos elegir negar, excusar o justificar nuestros pecados. De hecho, si alguien nos confronta podemos acusarlo de que nos está juzgando o de que se cree justo, y atacarlo. Si hacemos esto, definitivamente apretamos el botón de “retroceder”. Y si lo hacemos continuamente, eventualmente perdemos nuestro sentido de la vergüenza (Efesios 4:17-19). 

 

Yo no quiero eso. Yo quiero ser como Pablo, que honestamente enfrentaba sus pecados, admitía que aun se equivocaba a veces, pero decía que seguía adelante—no apretaba la tecla “retroceder”:

 

"Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús." Filipenses 3:13-14


Inglés: When You Blow It, Don't Hit the "Backspace"

Traducido por: Silvia Naviliat

Me equivoqué y estaba a punto de apretar el botón de "retroceder" en mi crecimiento espiritual hasta que leí Filipenses 3:13-14


 

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